viernes, 5 de abril de 2013

CONDUCTA AGRESIVA

El ser humano no tiene autocontrol. Todos tienen cierto límite de acumulamiento tanto de experiencias como de compuestos neuroquímicos, y en cierto punto de clímax, explota.
Especialistas en aplicación de resonancia magnética funcional (MRI, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Iowa realizaron un estudio del cómo exactamente se ve el cerebro cuando suceden estos episodios:
La corteza cingulada anterior normalmente envía las señales que requieren de autocontrol en determinadas circunstancias. Según sea la influencia del episodio, esta región cerebral eleva o disminuye su actividad.
Pero es la corteza prefrontal dorsolateral la que realmente maneja el autocontrol: es la que disminuye gradualmente la actividad de la corteza cingulada; es cuando las personas se tranquilizan al saber que están exaltadas por la situación.
Para obtener las imágenes dispuestas, el neurocientífico William Hedgcock realizó pruebas de autocontrol en sujetos mientras estaban conectados a una resonancia magnética.
La primer tarea era ignorar palabras proyectadas en una pantalla; en la segunda, los sujetos seleccionaron preferencias basándose en opciones presentadas, configuradas para resaltar la exasperación en los voluntarios.
Fue en la segunda tarea donde las reservas de autocontrol, que se presentaban en la primera prueba, decayeron para que el MRI mostrar la corteza prefrontal dorsolateral bajando su actividad gradualmente.



PERCEPCIÒN

La percepción obedece a los estímulos cerebrales logrados a través de los 5 sentidos, vista, olfato, tacto, auditivo, gusto, los cuales dan una realidad física del medio ambiente.

El cerebro transforma de modo casi instantáneo los mensajes sensoriales en percepciones conscientes. Para un rápido reconocimiento, resulta esencial una caótica actividad colectiva que implica a millones de neuronas.



DOLOR

Experiencia sensorial y emocional, desagradable asociado a una lesión real o potencial de algún tejido.

El sistema somático sensorial se ocupa de 4 modalidades principales: El tacto discriminativo .- requerido para reconocer el tamaño la forma y la textura de los objetos y sus movimientos a través de la piel. Propiocepción .- el sentido de la posición estática y movimientos de los miembros y el cuerpo Nocicepción .- la señal de daño tisular, frecuentemente percibido como dolor. La sensación térmica .- frío y calor.

ATENCIÓN



La atención es la encargada de realizar el proceso de selección de la información dentro del sistema nervioso, siendo fundamental que articula todos los procesos cognitivos.
Las alteraciones de la atención siempre producen trastornos cognitivos de mayor o menor intensidad. La atención no es proceso unitario sino un sistema funcional complejo, dinámico, multimodal y jerárquico que facilita la información, seleccionando los estímulos pertinentes para realizar una determinada actividad sensorial, cognitiva o motora. La atención, por tanto consiste, en la focalización selectiva hacia un determinado estímulo, filtrando desechando e inhibiendo las informaciones no deseadas.
La atención se encuentra en la encrucijada de múltiples sub-funciones como nivel de conciencia, orientación concentración, velocidad de procesamiento, motivación, dirección, selectividad o alternancia.
La estructura supramodal de la atención se articula en tres niveles de complejidad creciente: estado de alerta, atención sostenida y atención selectiva.

ESTADO DE ALERTA: El estado de alerta , también denominado vigilancia, es la base fundamental de los procesos atencionales y constituye su nivel más elemental y primario. Permite que el sistema nervioso disponga de suficiente capacidad para la recepción de la información.
Consta de dos componentes: atención Tónica y atención Fásica. La atención tónica es el umbral de vigilancia mínimo que se necesita para mantener la atención durante la realización de una tarea prolongada. La atención fásica es la capacidad para dar una respuesta rápida ante algún estímulo relevante que se presenta de manera sorpresiva e inesperada. 

ATENCIÓN SOSTENIDA: Capacidad para mantener una respuesta conductual mediante la realización de una actividad repetida y continuada durante un período de tiempo determinado. Ejemplo: los requerimientos de una tarea y ocuparse de ella por cierto tiempo.

ATENCIÓN SELECTIVA: Capacidad para mantener una determinada respuesta ante un estímulo a pesar de la presencia de varios estímulos distractores que de manera simultánea compiten entre sí. La atención selectiva permite prestar atención a las características del ambiente que son relevantes para la conducta dirigida a metas.

BASES ANATÓMICAS: La base neurofisiológica de la atención es una amplia red neuronal entrelazada de estructuras subcorticales y corticales. El colículo superior, el pulvinar (tálamo), el núcleo caudado (neoestriado) y las par reticulares de la sustancia negra constituyen las principales estructuras subcorticales relacionadas con la atención.

envejecimiento

La población envejece en forma acelerada, y la comprensión de los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento es una herramienta importante para enfrentar las demandas biomédicas y sociales de ese grupo etario.
El objetivo de la presente revisión es definir los principales cambios morfológicos y funcionales en los sistemas cardiovascular, renal, nervioso central, muscular y metabolismo de la glucosa asociados a la edad.
La evidencia de estudios clínicos y experimentales muestra que el envejecimiento de los vasos sanguíneos y
el corazón se asocia a la pérdida de células musculares y menor distensibilidad. La fracción de inyección se mantiene constante. El riñón muestra disminución moderada de la velocidad de filtración glomerular, esclerosis vascular y glomerular, menor capacidad de concentración/dilución y de hidroxilación de la vitamina D. El cerebro disminuye su volumen, pero no por una pérdida generalizada de neuronas ni de arborización dendrítica. Hay menor capacidad de atención, memoria de trabajo y trastornos motores. La masa muscular disminuye y aumenta su infiltración grasa, asociado a disminución progresiva de la fuerza. El aumento de grasa corporal, especialmente visceral, participaría en una mayor resistencia insulínica que asociada a la disminución de la masa de células beta facilitaría el desarrollo de diabetes.